domingo, 7 de marzo de 2010

PRIMER PREMIO DEL CERTAMEN DE POESÍA SAN VICENTE FERRER 2010

AUSENCIA


Tras el cristal acaricio tu recuerdo,
entre mis dedos un miedo que desconozco;
las lágrimas envenenan mi aliento
bajo la nívea pureza de tu rostro.

La ciudad pavorosa enmudece,
un sonoro silencio grita a mi alrededor;
tu esencia me derrumba y envilece
colmando de zozobra mi razón.


Labraste ilusiones que, como lunas,
poblaron de reflejos mis mares;
como hiedra cubrieron mis dunas
esculpiendo nuestro sino en el aire.

Mi cuerpo es una frágil mariposa
que quebró sus alas tras tu adiós,
y lame sus llagas gris y sigilosa
cobijada en su propia desazón.


En el plenilunio de mis días
atesoro cada momento vivido,
como runas de mi dignidad perdida
son el eco de un Edén derruido.

Selene, ninfa sublime de la nostalgia,
me brinda el fulgor de tus ojos;
rezuma tu ausencia en cada esquina
bajo el lúgubre tintineo de mis sollozos.

Súplicas son mis versos heridos
temerosos de una tosca realidad,
de tus brazos soy el ángel caído
quebrado en mi ígnea fragilidad.


…Y en el sendero tortuoso de la vida
abrí el cofre de los sueños rotos,
sutil caleidoscopio de una dicha
diluida en un hastío ponzoñoso.


En el siniestro espejismo del ayer
se engarzan mis ilusiones y desvelos,
en el eterno oprobio de tu piel
clamé al cielo por un poco de consuelo.

Mis labios heridos de no libar tu miel,
entumecidos adolecen en mi demencia;
los sueños de antaño minan mi sensatez
y lapidan mis días sin tu esencia.

Dos dalias azules bajo tu nívea tez
son cómplices de mi ira y dolor,
una fecha en la que murió  mi fe,
un negro camino que inventamos para dos…

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