AUSENCIA
Tras el cristal acaricio tu  recuerdo,
entre mis dedos un miedo que  desconozco;
las lágrimas envenenan mi  aliento
bajo la nívea pureza de tu  rostro.
La ciudad pavorosa enmudece,
un sonoro silencio grita a  mi alrededor;
tu esencia me derrumba y envilece
colmando de zozobra mi razón.
Labraste ilusiones que, como  lunas,
poblaron de reflejos mis mares;
como hiedra cubrieron mis dunas
esculpiendo nuestro sino en  el aire.
Mi cuerpo es una frágil mariposa
que quebró sus alas tras tu  adiós,
y lame sus llagas gris y sigilosa
cobijada en su propia desazón.
En el plenilunio de mis días
atesoro cada momento vivido,
como runas de mi dignidad perdida
son el eco de un Edén derruido.
Selene, ninfa sublime de la  nostalgia,
me brinda el fulgor de tus  ojos;
rezuma tu ausencia en cada  esquina
bajo el lúgubre tintineo de  mis sollozos.
Súplicas son mis versos heridos
temerosos de una tosca realidad,
de tus brazos soy el ángel  caído
quebrado en mi ígnea fragilidad.
…Y en el sendero tortuoso  de la vida
abrí el cofre de los  sueños rotos,
sutil caleidoscopio de una  dicha
diluida en un hastío ponzoñoso.
En el siniestro espejismo del  ayer
se engarzan mis ilusiones y  desvelos,
en el eterno oprobio de tu  piel
clamé al cielo por un poco  de consuelo.
Mis labios heridos de no libar  tu miel,
entumecidos adolecen en mi  demencia;
los sueños de antaño minan  mi sensatez
y lapidan mis días sin tu  esencia.
Dos dalias azules bajo tu nívea  tez
son cómplices de mi ira y  dolor,
una fecha en la que murió  mi fe,
un negro camino que inventamos  para dos…
 
 
Muy fuerte,no sólo bello,intenso
ResponderEliminarbesos