Cáliz de sangre (Poema finalista en el “Certamen Internacional de Poesía Fantástica Minatura 2010)

Almas acechan mi cuerpo anhelante,
la realidad se torna impetuosa ante mí;
cáliz maldito de bruma y sangre
en la noche eterna sin principio ni fin.

En la maraña de mi propia demencia
oscurece Satán todos mis miedos,
pira de desvelos carentes de esencia,
ya no hay dolor, ¡magno consuelo!

Una rosa prendida en tu boca escarlata
encubre el vino de tu esencia de mujer,
embebo cual sibarita tu alma acallada
manjar sublime que emponzoña mi piel.

Aurora lasciva...
Crisantemos marchitos...
Me deleito en tu néctar de vida y miel.
A tus pies seré el ángel negro furtivo
que naufragará en tus venas al anochecer.



Cruces invertidas orlan tu silencio
en el altar de un sino de nívea pasión,
turban ígneas plegarias un te quiero
se torna frágil la eternidad ante el amor.

Un corazón glacial entumece mi pecho
que atesora el pecado y el deseo de tu ser,
en el fulgor perlado de un tétrico lecho
será tu cuerpo mi supremo dogma de fe.

Tú, mi impía princesa de las tinieblas,
la oscuridad adereza el sabor de tu hiel;
la mística luna en tu pelo se enhebra
tiñendo de grana tus ojos de ígnea miel.

Tus ojos ya duermen, el alba acecha,
sórdida invade la alcoba de Lucifer;
tu regazo se alza como mi fortaleza,
santuario de todo aquello que anhelé.